Estados Unidos
Guerra de Secesión: Posguerra



Guerra de Secesión (1861-1865): Posguerra:
Efectos devastadores del conflicto:
Una carta de Nannie Haskins llama a los soldados de la Unión diablos azules que han profanado nuestras iglesias por tocar las campanas a la llegada de la paz. Durante la contienda se hizo un uso masivo del ferrocarril, cañones y armas de disparo rápido. Causó seiscientos mil muertos: 350.000 nordistas y 250.000 rebeldes. Una cuarta parte de los hombres blancos en edad militar del sur resultaron muertos. La proporción de muertos causados por enfermedades fue bastante superior a los muertos en combate e internados en letales campos de prisioneros. Un abundante uso de la fotografía introdujo una nueva forma de dejar constancia inapelable de los horrores de la guerra. Exposiciones monográficas en lugares distantes permitían a la población tener una nueva perspectiva sobre los efectos de las mejoras técnicas aplicadas a la guerra moderna.

● [El enorme número de bajas supuso] el 2% de una población de 30 millones, con un promedio de 500 muertes al día. Sólo en la batalla de Gettysburg, los ejércitos enfrentados sufrieron entre 45.000 y 50.000 bajas. Y también habría que recordar las muchedumbres de heridos, con pocas esperanzas de sobrevivir, singularmente en el bando Confederado. Sea ello como fuere, la guerra entre los estados norteamericanos se cobró un tributo mayor que cualquiera de los conflictos exteriores que haya tenido Norteamérica desde la Independencia. (Arno J.Mayer)

Posguerra:
El demócrata Johnson accedió a la presidencia, un mes después de ser elegido vicepresidente, teniendo alrededor a un partido republicano que demandaba que antes de reincorporarse a la Unión los antiguos estados confederados debían ratificar la 14ª Enmienda. El choque entre las dos ramas sobre la política de Reconstrucción hizo que el Congreso anulara múltiples vetos de Johnson. Los representantes republicanos no actuaban por lealtad a Johnson ni mostraban reparos al aplicar medidas obstruccionistas. El intento del Congreso de destituir a Johnson fracasó por un voto y el futuro político de Johnson quedó tan deteriorado que no sería candidato en las elecciones de 1868 que ganaría el ex general Ulysses S. Grant. A Lee le ofrecieron liderar una insurgencia contra la Unión pero abogó públicamente por la reconciliación y la colaboración durante el período de reconstrucción. Cuando la prensa publica detalles de la trama para el asesinato de Lincoln queda plasmada la mentalidad de la ajusticiada Mary Surratt, gran admiradora de generales sudistas y con total entrega a la causa. Implicada en la logística del crimen, fue sentenciada a la horca por un tribunal militar reconocido como competente por el elemento de traición adjudicable a todos los que participan de alguna manera en un magnicidio o no revelan un complot de esta naturaleza. El 10 de noviembre de 1865 Henry Wirz, responsable del campo de prisioneros de Andersonville fue ahorcado por crímenes de guerra. Había alegado que se limitó a cumplir órdenes y que la Confederación nunca fue capaz de enviar los alimentos y suministros necesarios. En 1867 Nathan Bedford Forrest se convierte en el primer Imperial Wizard del Ku Klux Klan, pero dejó el cargo por los excesos violentos que vio. El general confederado Longstreet se atrevió a criticar decisiones de Lee en Gettysburg y sus excompañeros le dieron el tratamiento de traidor al sur. Durante sus dos mandatos, Grant continuaría administrando la visión de reconstrucción del Congreso. La próxima elección sería una de las más controvertidas de la historia. El republicano Rutherford B. Hayes prevalecería (1877-1881) limitándose a prometer en campaña la retirada de las tropas federales del Sur, poniendo fin a la Reconstrucción. Esa decisión dejó a los afroamericanos a merced de la clase política blanca restaurada y retrasó la implantación de un sistema plenamente democrático casi un siglo. En 1871 la corte de arbitraje de Ginebra se pronuncia en contra del Reino Unido en las reclamaciones de Alabama, sobre armar a los corsos confederados tras haberse declarado país neutral. Hubo de pagar una indemnización de quince millones y medio de dólares por responsabilidad en las pérdidas unionistas. En 1879 Johnston es elegido congresista. En las memorias que escribió aparecen duras críticas a la presidencia de Jefferson Davis. Davis, sin ningún ejército, hacía planes en mayo de 1865 para la continuación del estado confederado en Texas. Fue acusado de traición y encarcelado en Fort Monroe. Nunca fue juzgado y fue liberado después de dos años sin que hubiera pedido clemencia. Escribió un libro de memorias titulado El ascenso y la caída del gobierno confederado (1881). Demoró hasta finales de la década de 1880 abogar por la reconciliación. A pesar del alto precio de la pérdida de 750.000 vidas [según el tipo de cálculo], el final de la guerra y los planes para la reconciliación no lograron imponer una visión unificada para el futuro. Desde el fin de la guerra hasta 1895 unos 53.000 activistas afroamericanos fueron asesinados (una buena parte de ellos también torturados) por supremacistas blancos que pretendían limitar sus libertades.

Para allanar el camino hacia una convivencia duradera se permitió que a las figuras de Jefferson Davis y sus generales rebeldes se les diera una pátina de cierto reconocimiento y admiración. Al término antebellum, que se refiere al periodo en que se incrementó el secesionismo, se le dotó de un aura de nostalgia y orgullo. Proliferaron los monumentos a los rebeldes cargados de significados políticos, identitarios y supremacistas. Tras la revisión de calamidades generadas y la constatación de la desproporcionada relación de fuerzas la Unión no volvería a ser cuestionada. La inusual cantidad de monumentos conmemorativos en los Estados derrotados está directamente relacionada con el sometimiento de afroamericanos como meta de las leyes Jim Crow. En 1975 el Congreso restauró a título póstumo la ciudadanía estadounidense al general Lee.

La presidencia de Trump se caracterizó por enviar mensajes controvertidos y de ambigüedad calculada sobre grupos supremacistas, monumentos sudistas, banderas, conmemoraciones y reconocimientos a generales rebeldes. El general Kelly hizo unas declaraciones sobre el patriotismo de militares sudistas leales a sus Estados respectivos, que transcurría en paralelo con la polémica deriva de los mensajes de Trump. Llamó honorable a Robert E. Lee y destacó como causa de la Guerra Civil a la falta de compromiso. Mientras las encuestas muestran que la mayoría de la población considera que Trump es racista, su jefe de gabinete elude mencionar el empeño sudista en perpetuar la esclavización de seres humanos por medio de una rebelión. Se une así a una larga tradición retórica dedicada a obviar o minimizar el papel de la esclavitud al referirse al conflicto. En diciembre de 2021 el ayuntamiento de Charlottesville (Virginia) acuerda fundir la estatua del general Lee retirada en julio. En septiembre Richmond había retirado la estatua de Lee tras la desestimación por parte de la Corte Suprema de dos demandas legales presentadas contra la decisión de la Asamblea General. El gobernador de Virginia se refirió a la estatua como el monumento más grande del estado a la insurrección confederada. En la actualidad importantes líderes republicanos, conscientes del apoyo popular a mantener una imagen orgullosa sobre el pasado del Sur, abordan la secesión y la época de las Leyes Jim Crow con expresiones ambiguas. Los líderes secesionistas y los segregacionistas hicieron lo que creían que debían hacer.

Guerra de Secesión | Rebelión de las 13 Colonias | USA: s.XIX | Nueva York | Florida | Miami | Luisiana | Impuestos 13 Colonias | Mayflower | Avances s.XIX | Cronología s.XIX | Indios


[ Inicio | Documentos | Varios | América | Derroteros | Canadá | Vapor | Mercantilismo | Trata s.XIX ]