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Independencia de Argelia:
La Constitución de 1946, que estableció la IV República en Francia, hizo que el conjunto de territorios que habían conformado su poder colonial pasara a denominarse Unión Francesa, y se recalcaba que, cualquiera que fuera el régimen jurídico de cada territorio (departamento, colonia, protectorado), y cualesquiera que fueran los objetivos para el desarrollo económico y cultural, siempre prevalecería un principio, el de la unión entre los territorios de ultramar y la Francia metropolitana. No hacía posible atender cualquier pretensión de independencia o de autogobierno en los territorios de ultramar.

El proceso de independencia de Argelia fue muy sangriento. La presencia de colonos franceses era muy numerosa y los intereses económicos muy elevados. La población europea (pied noirs) se resistió mucho a abandonar la colonia. Los independentistas crearon el Front de Libération National una de cuyas máximas figuras fue Ben Bella. El 1 de noviembre de 1954 estalló la rebelión abierta, apoyada por las kabilas de la montaña. Francia tenía sobre las armas a 400.000 hombres. El gobierno de París, presionado por la opinión internacional y por la sangría económica, no encontraba una salida. La población europea creó la OAS (Organisation de l'Armée Secrète), de la que formaban parte algunos generales y coroneles de prestigio (Salan, Chelle, Zeller, Jouhaud). El gobierno acudió al general de Gaulle, que ofreció a los argelinos la paz de los valientes (1958), y después de su rechazo la autodeterminación (1959). En 1962 un referéndum consagraba la independencia. El primer presidente, Ben Bella, fue derrocado por un golpe de estado dirigido el 19 de julio de 1965 por Bumedian. La política argelina adoptó una línea progresista prosoviética. Desde territorio argelino reciben los saharauis la ayuda argelina e internacional.

[Declaración de guerra del FLN (1954):]
El Argelia, el Frente de Liberación Nacional (FLN), una coalición de partidos opuestos al gobierno europeo (todos ellos reprimidos sistemáticamente por Francia desde la primera aparición hacia los años 20) declaró la guerra abierta a Francia en 1954. Al año siguiente surgió en Marruecos otro movimiento que reclamaba la vuelta del Sultán, cuya deportación le había convertido en un héroe nacional. Estando Túnez ya camino de su independencia, Francia comprendió el poco sentido que tenía luchar para mantener su posición en Marruecos. Prefirió concentrar sus esfuerzos en Argelia, donde existía una considerable comunidad de colonos con influencia en la política francesa. Así pues, el Sultán fue repuesto en su trono y en 1956 se concedió completa soberanía a Marruecos, que poco después se aseguró la incorporación de Tánger y el protectorado español. Túnez no podía quedarse atrás, y pidió y consiguió la independencia. En 1957 el Bey fue depuesto y Túnez se convirtió en república con Burguiba como presidente. Francia tenía ahora sólo un frente en el que luchar, pero el combate resultó ser el más encarnizado en Africa desde su primera conquista de las tribus argelinas durante los años 1840-1879. De hecho, estaba haciendo de nuevo la misma guerra, pero las circunstancias ahora eran muy diferentes. El FLN contaba con el apoyo moral de todo el mundo musulmán y de todo el Africa negra independiente y recibía ayuda activa de Egipto, Túnez y Marruecos. Sólo el empleo de cerca de medio millón de tropas permitió a Francia mantenerse en la lucha. Pero el precio de este esfuerzo era inmenso, tanto políticamente como en hombres y dinero.

[Mando de De Gaulle (1958):]
En 1958, el ejército francés en Argelia se rebeló contra el modo en que llevaban los asuntos argelinos el régimen parlamentario francés y colocó al generla De Gaulle al frente del Estado francés. Pero, en contra de lo que esperaban algunos oficiales del ejército, De Gaulle estaba tan convencido como la mayoría de los franceses metropolitanos de que había llegado a ser inútil tratar de seguir manteniendo la presencia francesa en Argelia por la fuerza. En 1959 se reconoció el derecho de los argelinos a su autodeterminación, y en 1962 su Gobierno consiguió finalmente negociar el alto el fuego con los nacionalistas. El principal problema de Francia fue entonces el conseguir que su política fuera aceptada por los colonos argelinos, entre los cuales existían extremistas dispuestos a usar el terrorismo -tanto contra los franceses como contra los musulmanes- en un desesperado intento de frustrar la creación de una Argelia independiente que sería gobernada por mayoría musulmana. No obstante, se reconoció por fin una república argelina con Mohamed Ben Bella como presidente (Oliver)

Abd al-Aziz Buteflika (Orán, 1935):
Ingresó en el FNL hacia 1958 y combatió como guerrillero. Cuando se proclamó la independencia (1962) era capitán y se había convertido en un allegado colaborador de Ben Bella, que al asumir el cargo de primer ministro le nombró sucesivamente ministro de Deportes y ministro de Asuntos Exteriores (1963). Disconforme con el socialismo autogestionario impulsado por Ben Bella, se sumó a la conjura que devino en el golpe de estado dirigido por Bumedián, quien asumió el poder e implantó un socialismo centralista y sovietizante. Buteflika fue designado miembro del Consejo de la Revolución Argelina, se mantuvo como ministro de Asuntos Exteriores, y en contra de sus personales preferencias prooccidentales, para sostenerse en los cargos condujo una política de alineamiento con el neutralismo activo promovido por la India, Yugoslavia y Cuba, y en 1973 presidió la Conferencia de Países No Alineados celebrada en Argel. Prestigiado como buen conocedor de la política internacional, en 1974 fue presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En 1979, poco después de la muerte del coronel Bumedián, que era su protector, y con el acceso al poder de Bendjedid Chadli, fue destituido de todos sus cargos oficiales, acusado de oportunista. Su estrella política se eclipsó e incluso fue sometido a juicio por malversación de fondos públicos (1983), aunque el proceso fue cancelado y continuó siendo miembro del FLN. Tras este periodo de eclipse, su nombre volvió al espacio público en 1996, en plena guerra civil entre el ejército, ligado al viejo aparato del FLN, y el Frente Islámico de Salvación (FIS) y los Grupos Islamistas Armados (GIA), ambos de carácter fundamentalista. En 1999, cuando el general Liamine Zerual, que ejercía de dictador, aunció elecciones generales para intentar normalizar la situación, Buteflika fue el candidato oficialista en los comicios. En ellos careció de adversarios porque no concurrieron los principales oponentes (ni el FIS ni su viejo protector Ben Bella), quienes denunciaron la manipulación previa a que fue sometida la convocatoria. Nuevo presidente de la República, Buteflika anunció sus intenciones reconciliadoras para cancelar la guerra civil y promulgó una amplia amnistía, que inmediatamente sería recortada por decisión del ejército, verdadero poder fáctico del país.

Ahmed Ben Bella (Marnia 1916):
Combatió en el ejécito francés durante la II Guerra Mundial. En 1949 militaba en el movimiento independentista y protagonizó un atraco a la administración de Correos de Orán, convirtiéndose en uno de los dirigentes argelinos más buscados por las autoridades coloniales. Capturado en 1950 y condenado a trabajos forzados, en 1952 pudo fugarse del campo de concentración y se exilió en El Cairo, desde donde llegó a ser uno de los máximos dirigentes del FLN. Como jefe de las relaciones exteriores tomó contacto con los principales líderes del movimiento de países del Tercer Mundo y viajó por las principales capitales de los países comunistas para recabar el apoyo de la URSS en la lucha por la independencia de Argelia. Fue apresado en octubre de 1956 cuando el avión en que viajaba bajo identidad falsa, junto con otros líderes revolucionarios, fue interceptado por los servicios secretos franceses. Conducido a Francia fue condenado a perpetuidad hasta que el gobierno de De Gaulle pactó con el FLN los acuerdos de Evian (julio 1962), base para la inmediata independencia de Argelia: Ben Bella fue liberado y regresó triunfalmente a Argel como el líder más carismático del movimiento. Tras las elecciones de octubre de 1962 accedió a jefe de Gobierno, en 1963 fue elegido presidente de la República y en 1964 asumió la secretaría general del FLN, el partido único. En la lucha política que se estableció entre las diversas facciones del FLN, Ben Bella representaba un socialismo autogestionario, alejado del socialismo sovietizante y se hallaba totalmente distanciado del sector liberal. En política exterior apoyó un neutralismo activo en la línea de Cuba y el Egipto nasserista, convirtiéndose en uno de los líderes más importantes del Movimiento de los Países No Alineados. Fue derribado en el golpe de Bumedián de 1965.

Huari Bumedián (Guelma 1925-Argel 1978):
Se incorporó al movimiento por la independencia en 1953. Dirigió las operaciones del FLN en la V Vilaya (región militar). En 1960 era oficiosamente el jefe clandestino del Estado Mayor. Tras la independencia Ben Bella lo nombra ministro de Defensa. La orientación autogestionaria del socialismo causó malestar en los medios más duros del ejército, partidarios de un socialismo centralizado al estilo soviético. Bumedián dio un golpe contra Ben Bella (1965) y asumió la presidencia de un Consejo de la Revolución desde el cual procedió a eliminar a toda la oposición. Convertido en dirigente indiscutido procedió a nacionalizar todo el sector industrial, creando una poderosa burocracia estatal. Impulsó una reforma agraria radical. En política exterior se alineó junto al neutralismo activo proclive a simpatizar con la URSS, en línea con el Egipto nasserista. Apoyó radicalmente la lucha palestina contra Israel, procedió a arabizar Argelia y en 1975 apoyó al Frente Polisario. En 1976 promulga una nueva Constitución y fue procalmado presidente de la República por abrumadora mayoría. El FLN decidió que le sucediera (1978) Bendjedid Chadli.

Violencia colonial: En 1987 Francia tuvo una reveladora ocasión para revisar conductas coloniales y los métodos para ejercer la violencia por parte de los servicios de seguridad del Estado. Entre sus protagonistas estuvo Jacques Vergès, polémico abogado comunista anticolonialista que defendió al jefe de la Gestapo en Lyon Klaus Barbie. Utilizó un argumento basado en la tesis de que las acciones de Barbie no fueron más terribles que las de cualquier colonialista en cualquier parte del mundo, incluyendo a los franceses, quienes nunca fueron perseguidos: "¿Qué nos da derecho a juzgar a Barbie cuando nosotros, en conjunto, como sociedad o como nación, somos culpables de crímenes similares?". ► En Argelia se estableció el líder del MPAIAC Antonio Cubillo, que defendió la lucha armada para lograr la independencia de Canarias. Entre Lanzarote y territorio argelino hay apenas una distancia de 470 kilómetros.

Argelia. Años 90:
A partir de 1994 los militares pasaron a ejercer abiertamente el poder con la designación del general Liamin Zerual como presidente del país. El nuevo jefe de estado se mostró favorable a iniciar un diálogo nacional para preparar las elecciones presidenciales previstas para finales de 1995, pero también persiguió la derrota militar de las guerrillas fundamentalistas, he hizo oídos sordos a los acuerdos alcanzados por los principales partidos de Argelia, entre ellos el Frente de Liberación Nacional y el FIS, reunidos en Roma a principios de 1995. Todos ellos propusieron la celebración de una conferencia nacional que determinara las estructuras transitorias que habían de regir el país hasta las elecciones. Además, se reclamaba la renuncia a la violencia, la liberación de todos los detenidos políticos y la legalización del FIS. El gobierno lanzó en marzo de 1995 una gran ofensiva contra la guerrilla integrista que se saldó con varios miles de muertos. Se calcula que la violencia ha provocado en el transcurso de tres años más de veinte mil muertos. En estas condiciones, es lógico que la economía se resintiera todavía más, con un descenso constante del PNB. La industria está funcionando a un nivel muy inferior a su capacidad real, mientras que el desempleo ronda el 20 por ciento de la población activa. Lo más grave es la abultada deuda, cuyos intereses se acercan a la totalidad de los ingresos que se pueden lograr con la exportación de hidrocarburos. El clima de diálogo creado tras la victoria de Zerual en las elecciones de noviembre de 1995 y su posterior aceptación por el FIS, que anunció una tregua total, permitió entrever el inicio de la recuperación del país, a pesar de la oposición activa de los extremistas armados. Francia ha seguido siendo el principal apoyo del régimen argelino.


La opción del partido islámico:
Muchos países musulmanes se interrogan hoy hacia dónde se dirigen, cuál es nuestro modelo. Algunos han optado por el modelo nacionalista, que ha fracasado. Otros, por el modelo socialista, que también ha fracasado. No hay modelo. Tienen todos los problemas que puede tener el Tercer Mundo: problemas de vivienda, de paro, una juventud perdida a la que no se le ofrece nada, a la que nadie propone nada porque hay una crisis moral en el mundo... Hay crisis de modelos en el mundo entero. La gente se pregunta: ¿qué debemos hacer? ¿Qué clase de régimen, qué sociedad queremos? Por esta razón son tan proclives a aceptar tesis primarias, tesis que les dicen que lo importante es amarrarse a su propia religión. Puedo asegurar que el cuarenta por ciento de los argelinos que han votado por un partido islámico realmente no sienten ningún deseo de establecer un estado teocrático en Argelia. Habrá sin duda una minoría que lo pretende, pero con ese voto la inmensa mayoría protesta contra la ingobernabilidad, contra la corrupción. Ese es un voto de protesta porque los ciudadanos no tienen vivienda, porque no pueden casarse ya que no cuentan con un hogar, porque no tienen trabajo, porque hay carencia de todos los productos esenciales puesto que sus dirigentes acaparan toda la riqueza. Que la gente vote por un partido islámico no quiere decir que un cuarenta por ciento de los argelinos -o los ciudadanos de cualquier otro país musulmán, Irán incluido- vote por un Estado teocrático sino que vota contra todos sus problemas. Se lo aseguro. Ha sido necesario un cúmulo de circunstancias muy graves para que un país como Irán haya inclinado el fiel de la balanza hacia donde lo ha hecho, pero nada es irreversible... (Amin Maalouf)

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