Religiosos
Siglo XVIII



Religiosos s.XVIII:
En 1700 Carlos II es sucedido por el Borbón Felipe V, que en las relaciones Iglesia-Estado procura seguir la dirección del modelo establecido por Luis XIV. En 1706 muere Pierre Bayle, que a pesar de ser señalado como ateo por su defensa de la tolerancia con ellos, personalmente se consideraba hugonote. A lo largo del siglo XVIII a Spinoza (1632–1677) también se le asocia de forma poco sofisticada con el ateísmo. En 1709 Clemente XI reconoce como rey de España al Archiduque Carlos. Felipe V responde expulsando de la corte al nuncio papal y promulgando un decreto por el que se reconocía la independencia de hecho de los obispos españoles respecto a Roma. En 1713 una bula de Clemente XI condena al jansenista excomulgado y exiliado Pascasio Quesnel. En 1717 Isabel de Farnesio y el consejero Alberoni propician un acercamiento de posturas entre Roma y Felipe V. En 1726 el benedictino Feijoo comienza a publicar su Teatro crítico universal. Incluye entre los ensayos que contiene una defensa de la capacidad intelectual de las mujeres y de su derecho a acceder al saber científico y a la alta cultura. En 1734 el Abate Prévost, ya autor de una muy destacada obra literaria, retoma el noviciado benedictino en Normandía. Su nombre sería utilizado para atacar a los jesuitas en un volumen apócrifo de su obra Filósofo inglés.

En 1737 tiene lugar la segunda gran migración serbia desde tierras bajo control otomano. Se firma un nuevo concordato para intentar poner fin a gran número de desacuerdos desatados sobre jurisdicciones. Entre la jerarquía eclesiástica española también hay posturas notablemente distantes ante el episcopalismo, conciliarismo y regalismo. En 1739 tropas de los Habsburgo expulsan a los otomanos de Belgrado, que seguiría cambiando de manos por largo tiempo. En 1742 Feijoo comienza a publicar Cartas eruditas y curiosas. En 1750 Viera y Clavijo se ordena como religioso. En 1751 se comienza a publicar La Enciclopedia. Sus entradas sobre el ateísmo y los ateos son obra de dos religiosos que desarrollan las ideas más comunes compartidas por la gente de la época. En 1753 España firma un nuevo concordato que abre una nueva etapa en las relaciones Iglesia-Estado. La autoridad real gana poder con el cambio en la forma de control de la Iglesia española. Se buscaron soluciones a los conflictos entre la jurisdicción papal, las jurisdicciones eclesiásticas locales y la jurisdicción civil. Entre los administradores del reino sigue habiendo una pluralidad de posturas respecto a las relaciones Iglesia-Estado (episcopalista, conciliarista, regalista, ilustrada). En 1761 d'Holbach publica con seudónimo El cristianismo desenmascarado. En 1765 se publica el folleto Tratado de la regalía de Amortización de Campomanes, que sería incluído en el Índice como también ocurrió con el Informe sobre la ley agraria de Jovellanos. En 1767 Carlos III decreta la expulsión de los jesuitas, que va a compañada de incautación de bienes. Durante aquellos años se debatía entre la Administración de Carlos III el avance de un expediente de desamortización, que pretendía que propiedades de la Iglesia contribuyeran al presupuesto nacional. Parte del rendimiento de tierras de pasto y cultivo propiedad de la Iglesia se empleaba en la financiación de escuelas, hospitales y asilos.

En 1769 el franciscano Junípero Serra funda en California su primera misión, San Diego de Alcalá. Había llegado a la región formando parte de un grupo de franciscanos trasladados desde otras zonas menos alejadas para sustituir a jesuitas expulsados. En 1773 Clemente XIV, con la bula Dominus ac Redemptor, ordena la supresión de la Compañía de Jesús. En 1776 muere David Hume, señalado como ateo, reprendido públicamente y autor de De la superstición y la religión. En 1777 el conde de Floridablanca es nombrado Secretario de Estado. Intentó sin éxito limitar a la Iglesia la adquisición de más tierras de las que ya poseía. En 1784 muere en Monterrey Junípero Serra. Muere Diderot sin haber publicado sus obras ateas, tarea póstuma que encomienda a Naigeon. A pesar de este tipo de autocontención todas las obras de Diderot fueron incluidas en el Índice, que tembién fue el caso de los destacados pensadores Descartes, Hobbes y Hume. En 1787 la publicación de El Observador de José Marchena es prohibido siguiendo un dictamen del Santo Oficio. En palabras del censor: «Contiene doctrina falsa, errónea, temeraria, que ofende a los oídos piadosos, inductiva al puro materialismo, y con imágenes obscenas». En 1789 con la Revolución en Francia se pone en marcha un proceso desamortizador. En 1790 se ponen a la venta los bienes confiscados a la Iglesia en Francia. En 1794 la Convención Nacional, presionada por Robespierre, establece como religión oficial el culto al Ser Supremo, basado en el deísmo de Rousseau. La medida es muy mal acogida por gran número de creyentes y ateos. En 1794 Federico Guillermo II prohibe a Kant impartir clases o escribir sobre temas religiosos, orden que Kant acató hasta la muerte del Rey. En 1797 J.de Maistre publica Consideraciones sobre Francia, obra que presenta a la Revolución Francesa como un acontecimiento satánico. En 1798 Kant, ya retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome en el que expresaba el conjunto de sus ideas en materia religiosa. En 1801 Napoleón vería necesario firmar un concordato con Pío VII porque el enfrentamiento con la Iglesia en Francia venía causando excesivos problemas.

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