HISTORIA
Mesopotamia
Babilonia



Babilonia:
Hasta el cuarto milenio a.C. las llanuras entre el Tigris y el Éufrates estaban habitadas por tribus primitivas o por hordas nómadas. La tribu semítica de los caldeos se asentó en el sur de Mesopotamia en el I milenio a.C. Su lugar de origen se desconoce y su lengua estaba emparentada con la de los arameos, que se instalaron más al norte y hacia Siria. En un principio el pueblo sumir, los caldeos propiamente dichos, se impusieron sobre casitas y acadios. Cuando se acrecienta la unión de ciudades se empieza a hablar del estado de Caldea y Babilonia. Durante el primer Imperio caldeo o caldeo-babilónico, sus reyes residían alternativamente en una de las cuatro ciudades. Hammurabi (1810-1750 a.C.) fue el sexto rey de Babilonia durante la Primera dinastía de Babilonia. Llegó al trono por abdicación de su padre, gobernó hábilemnte y extendió su dominio por toda Mesopotamia. Su extenso territorio necesitaba cuantiosos recursos para mantener un ejército muy potente y una administración muy compleja. Era imprescindible controlar las principales rutas comerciales, que no pasaban por Babilonia. Los sucesores de Hammurabi, que hubieron de hacer frente a numerosas insurrecciones, sobreviviría unos ciento cincuenta años, hasta 1595 a.C. A finales del período paleo-Babilónico deben enfrentarse a una gran crisis agraria por agotamiento de los campos y levas forzosas de campesinos. Asiria, en el norte, el otro gran territorio unificado, se va imponiendo mientras Babilonia ofrece una gran resistencia. En el 689 a.C. Senaquerib entra de nuevo en Babilonia a causa de una sublevación y la arrasa. Restablecida la independencia reina en Babilonia una dinastía caldea que comienza en Nabopolasar (626 a.C.), que ve la caída de Nínive y consigue que Babilonia controle toda Mesopotamia. Esta dinastía termina con Nabonido (539 a.C.), que cae finalmente ante los persas.

La civilización de Babilonia proviene del lento proceso de integración de los pueblos llegados del este sumerio y elamita. Quedaron unidos a pesar de ser eternos enemigos y de su diferencia cultural. Los elamitas eran más belicosos y los sumerios habían introducido en el país una cultura superior refinada. Al instalarse los sumerios habían traído la disposición de grandes ciudades, edificios duraderos de ladrillos con piscinas, conducciones de agua, instalaciones de baños de vapor y viviendas con todas las comodidades. Como los pueblos situados junto al Indo, grababan sellos y creaban estatuas de bronce de una gracia maravillosa, conocían el algodón y utilizaban una aleación de oro y plata para hacer joyas. Del análisis de las tablillas con signos asirio-babilónicos se deducía la existencia de un idioma desconocido. La mezcla de signos que corresponden a una escritura de letras, otra de sílabas y otra de imágenes, indicaban una larga evolución y que ni los babilonios semitas ni los asirios eran los inventores de la escritura cuneiforme. Prevaleció para los inventores el nombre de sumerios propuesto por Jules Oppert. El historiador seléucida Beroso, contemporáneo de Alejandro, es el cronista mejor informado de Babilonia. Varios fragmentos de su historia de Babilonia se conservaron transmitidos por autores romanos y por Flavio Josefo. Durante su larga historia Babilonia fue repetidamente conquistada por los elamitas, casitas, asirios y arameos.

En la obra Bienandanzas e fortunas, escrita entre 1471 y 1476 por Lope García de Salazar, junto con el relato de hechos históricos aparecen leyendas y tradiciones. Tras su mención del Diluvio y antes de abordar las ciudades de Troya y Cartago, habla de Babilonia y la trorre de Babel. En 1901 es encontrada en Persia la estela que contiene las leyes de Hammurabi expuesta actualmente en el Louvre. Fue llevada a Susa como botín de guerra probablemente en el siglo XII durante el declive de la dinastía casita. De estas normas para regular las relaciones entre sus súbditos se extrajo información de gran interés sobre la sociedad de la época.


[ Inicio | Antigüedad | Fenicia | Mitos | Ulises | Cartografía Griega | Aristóteles | Jerusalén ]