Iglesia
Críticas



Teología de la liberación:
Para analizar la situación de opresión y pobreza estructural recurre a ciertas partes del análisis marxista y su crítica al papel de la religión en la sociedad. La Comisión Católica de Doctrina redactó dos cartas en las que establecía una distinción entre “determinadas teologías de la liberación” (no se especificó de cuáles se trataba, pero se sugería que se hallaban en peligro de acoger ciertos conceptos marxistas) y una “necesaria y legítima” teología de la liberación aceptada por la doctrina de la Iglesia. Los teólogos de la liberación suelen alegar que la utilización del análisis y de perspectivas marxistas no implica la aceptación de las interpretaciones materialistas y ateas del marxismo.

Década 1970:
La teología de la liberación, aunque con muy diversos matices, se ha abierto camino y pretende ser la reflexión crítica sobre la fe a partir de la praxis. Para esta concepción de la filosofía y de la vida, la idea y la acción son complementarias, no es más importante la una (idealismo) que la otra (pragmatismo), y ello no implica necesariamente la aceptación ni del materialismo histórico ni del materialismo dialéctico, que fueron otras prolongaciones del marxismo. Es creciente el número de pensadores de inspiración marxista que excluyen el materialismo dialéctico, y también son bastantes los teólogos católicos que aceptan la concepción de la praxis sin llegar a aceptar el materialismo histórico. El peligro de alguna corriente de la teología de la liberación puede ser desarrollar un marxismo teológico poco coherente con el marxismo mismo, que es profundamente secularizador, en el que parecen incurrir los discípulos de algunos pensadores marxistas (Bloch, Garaudy, Gardanski, Kolakowski, etc.) que se ocupan de los valores positivos del cristianismo. La aceptación posible de la filosofía del materialismo dialéctico requería en los cristianos un replanteamiento de la concepción de Dios. Si se replantea el tema de Dios como un impulso creador y como la fuerza de nuestra fuerza, concepción latente también en las experiencias de los grandes místicos católicos, sería posible que se produjese un acercamiento filosófico entre cristianismo y materialismo dialéctico. Parece que provisionalmente se podrían adoptar, después de conocer estos ensayos teológicos, las siguientes conclusiones: 1) La teología no es neutral: está condicionada siempre por el contexto sociocultural en el cual se desarrolla (Manifiesto del diálogo ecuménico, 1976). 2) Las teologías de Europa y Norteamérica son todavía dominantes y representan una forma de dominación cultural, tanto sobre la teología de la liberación latinoamericana como sobre las ideologías que corresponden a otra cultura, como es la naciente teología negra que está iniciándose en Africa tras el proceso de descolonización. 3) En Occidente se ha dado una importancia, al parecer excesiva, al fenómeno contemporáneo de la secularización; esta secularización ha existido también en culturas primitivas, y hay actualmente muchas zonas distintas de la occidental en donde no se ve la secularización con carcterísticas excluyentes de toda expresión religiosa, como se manifiesta en algunos países socialistas y en toda América latina. 4) Las religiones institucionales en estos últimos siglos han tendido a ser solidarias con el poder establecido. Uno de los grupos cristianos que más ha fomentado esta reflexión teológica es el de Cristianos por el socialismo, si bien en este movimiento ha surgido también la corriente de la Iglesia popular, que pretende una teología de la pastoral popular, y está representada en Argentina por J.C.Scannone.


Pobreza:
Quien hoy día considere una senda transitable el, American way of life tiene que ser lo bastante hipócrita como para poder ignorar las zonas de miseria limítrofes a él, el hambre en el mundo. ¿Y qué queda de los Evangelios, de la palabra escrita cuya autoría se atribuía a Dios? Cierto, hay hay cristianos que toman al pie de la letra el Sermón de la Montaña. Los he visto en Polonia entre los luchadores del movimiento Solidaridad, me los he encontrado entre los sandinistas de Nicaragua; pero la Iglesia, como poder supraordenado al Estado, ha olvidado la doctrina cristiana. El viajero papa actual puede besar las pistas de hormigón los países pobres; cuando vuelva a Roma su banco se sigue llamando de manera blasfema Banco del Espíritu Santo: refugio en los misterios y en el inflexible derecho canónico; la Iglesia sabe lo que le conviene. (G.Grass, 1986)


Juan Pablo II:
En diarios tan poco extremistas como Le Monde y La Croix, o en revistas católicas como Golias, las reservas [al proceso de beatificación] salieron a flote. Allí se recuerda que Juan Pablo II se había rodeado de hombres tan discutibles como Maciel; que había apoyado a sectas como la de los Legionarios de Cristo o la del Opus Dei; que bajo su pontificado se frenaron Vaticano II y los progresos conciliares; que su Iglesia había combatido con ahínco la teología de la liberación; que cierto número de teólogos, como Hans Küng o Schillebeeckx, fueron apartados; que esta Iglesia se acercó a su ala de extrema derecha e impide a cierto número de sacerdotes abandonar el ministerio; que en África, su prohibición sin remisión del uso del preservativo ha condenado al sida a miles de jóvenes africanos. Y es más. Buena parte de los católicos no comprende la necesidad ni la urgencia de la complicidad en cubrir con un blanco manto de silencio la pedofilia de los curas y obispos varios. Reclaman una condena real del doble rasero que manchó la Iglesia de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, dado que el cardenal Ratzinger, quien durante 20 años estuvo a la cabeza de la Congregación por la Doctrina de la Fe, debía supuestamente centralizar todos los casos de pedofilia desde principios de 2000. (Nicole Thibon, 2011)

Patrimonio:
Durante 2.000 años la Iglesia ha acumulado en Europa un gran patrimonio. Es el segundo propietario de bienes inmuebles de París y uno de los primeros en territorio italiano. En 2012 Mario Monti obligó a tributar a la Iglesia por sus inmuebles en Italia. Los Acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede de 1979 estipulan la exención del pago del IBI. Los portavoces de la Conferencia Episcopal declinan informar sobre el inventario de inmuebles diciendo que ignoran la cantidad. En España la iglesia aporta a Cáritas un 2% de su presupuesto, la misma cantidad que destina a su deficitaria y minoritaria televisión 13TV. Según Europa Laica el Estado aporta, a través de subvenciones directas o indirectas y exención de tributos, más de 11.000 millones de euros anuales. Califica a la situación de “verdadero paraíso fiscal” y a sus cuentas de “totalmente opacas” y afirma que “la acción social la debe atender el Estado como derecho, no como caridad”. En 2007 el Estado suprimió las exenciones de IVA a las diócesis a raíz de una exigencia de la UE de 2005 que amenazaba al Gobierno con llevarlo al Tribunal de Justicia de Luxemburgo si España seguía saltándose el derecho comunitario. Casi 4,9 millones de euros de la asignación tributaria fueron aportados por el Estado para compensar a las diócesis. Muchos de los inmuebles pertenecen a congregaciones, órdenes, asociaciones e instituciones religiosas que se encargan de su propia gestión económica. Según Teresa Ramos el número de templos y casa parroquiales en España asciende a 71.412. Según Stanley G. Payne las propiedades de la Iglesia ascienden a 100.000, de las que 50.000 son edificios religiosos. Hay 1.277.256 alumnos matriculados en 6.022 colegios de titularidad católica. La Iglesia posee el 30% de todos los Bienes de Interés Cultural, unos 3.070 monumentos. Se calcula que el pago del IBI supondría un total de 5 millones de euros.

En 2019 se anuncia que el papa Francisco ha enviado una carta a Ernesto Cardenal informándole del levantamiento de la suspensión a divinis, impuesta por Juan Pablo II en 1984.


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