PROYECTO SER
Psiquiatría



Conjunto de síntomas depresivos:
La melancolía es el síntoma fundamental, el eje a partir del cual se genera la inhibición para la acción, la lentitud de los procesos mentales, la incapacidad para la concentración y, al mismo tiempo, la infravaloración de sí mismo, sobre todo en los aspectos éticos de su persona, la pérdida de la autoestima, sentimientos de culpa e incluso, aunque no siempre, formaciones sicóticas delirantes relativamente inconsistentes, no sistemáticas, de ruina, de condenación, de desestima de los demás, y que el sujeto, a diferencia de otros con formaciones delirantes, considera justificadas y merecidas; se acompaña, además, de alteraciones del sueño (el insomnio suele ser la regla), pérdida de peso y del apetito, sueños fragmentarios y de contenido opresivo, turbulento y melancólico (aguas profundas y amenazadoras, sangre, fragmentos de cuerpos, desnudez ante los demás, soledad, etc). [...] El síndrome depresivo transcurre con algunas modificaciones metabólicas en el sistema nervioso central, especialmente en las estructuras arcaicas del cerebro (estructuras basales, cingulum), en forma de disminución de la tasa de catecolaminas (norepinefrina, serotonina, dopamina), pero es difícil valorar si son éstas responsables del síndrome o mero correlato de éste, suscitado por las razones que sea. Un grupo de psicofármacos son usados con provecho en terapia de la depresión (tanto en la enfermedad depresiva como en la neurosis depresiva): son los llamados antidepresivos, de los cuales los más importantes son los que químicamente se estructuran como tricíclicos (bloqueadores de la recaptación de las catecolaminas), cuanto los que destacan por su accción inhibidora del enzima monoaminooxidasa. Pero en la terapia es fundamental atender la regulación del sueño del depresivo, nunca con barbitúricos, sino con derivados de las benzodiazepinas.

Motivo:
El melancólico no suele encontrar motivación alguna para su tristeza, pero representa un modo superficial de enfocar el problema el sustentar la carencia de motivación en la declaración del paciente acerca de su ignorancia de la misma. El punto de vista sicodinámico ha hecho ver que la afirmación del paciente acerca de la no motivación de su melancolía es una forma de resistencia a saber, un activo no querer saber acerca de aquello que ha suscitado esta profunda crisis existencial. Superada la fase depresiva es aconsejable una sicoterapia que atienda a la estructura y dinámica de la personalidad del depresivo, aunque variables tales como la edad del paciente y suficiencia de sí mismo en orden a la aceptación y posible resolución de su conflictualidad interna pueden desaconsejarla.

Sollozo Tratamiento farmacológico:
El tratamiento con antidepresivos es el único que ha demostrado una evidencia significativa de efectividad en depresiones mayores (graves) y en depresiones psicóticas (solos o en combinación con psicoterapia). En el caso de depresiones leves o moderadas, los antidepresivos parecen ser eficaces, pero también lo son algunas propuestas de tratamiento psicoterápico (solo o con antidepresivos). No se han evidenciado diferencias entre la eficacia de los diferentes tipos de antidepresivos, cuyas principales diferencias estriban más en el tipo de efectos secundarios que pueden provocar. En general, los pacientes presentan mejor tolerancia a los modernos inhibidores selectivos de recaptación de serotonina que los clásicos antidepresivos tricíclicos y heterocíclicos. La decisión de emplear uno u otro se basa en criterios como la buena respuesta a un fármaco determinado en episodios previos o en familiares de primer grado, la tolerancia a los posibles efectos secundarios, las interacciones posibles con el tratamiento habitual del paciente, el precio o la existencia de alguna contraindicación relativa, por la presencia de otra enfermedad. Hay que tener en cuenta que el efecto antidepresivo tarda unas dos semanas en aparecer, aumentando progresivamente hasta su pico de máxima eficacia en torno a los dos meses. Los principales grupos de fármacos antidepresivos son los antidepresivos tricíclicos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la enzima monoamino-oxidasa (IMAO), aunque se están incorporando nuevos grupos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina (como la venlafaxina) o los inhibidores selectivos de la recaptación de noradrenalina (reboxetina). En mayor o menor grado, todos ellos pueden presentar algunos efectos secundarios, principalmente sequedad de boca, estreñimiento, mareos, náuseas, insomnio o cefalea, siendo los de las últimas generaciones los mejor tolerados. El tratamiento con antidepresivos debe mantenerse durante seis a doce meses, para evitar el riesgo de recaidas, aunque el efecto completo puede conseguirse al mes del inicio del tratamiento. Hay que tener en cuenta que la causa más frecuente de respuesta terapéutica débil es una mala cumplimentación del tratamiento indicado (abandonos, olvidos, etc.). En torno al 25 por ciento de los pacientes abandonan el tratamiento en el primer mes, un 44 por ciento en el primer trimestre, y un 60 por ciento de los pacientes dentro de los seis meses iniciales. Recientemente se han publicado resultados que hacen pensar que la fluoxetina (Prozac) no es en realidad un medicamento tan efectivo contra la depresión como se había anunciado y creído (debido a lo que parece haber sido una manipulación comercial de los datos científicos presentados inicialmente).

    Los antidepresivos más empleados pertenecen a dos grupos de fármacos que difieren en su actuación química a nivel de sinapsis, pero consiguen un objetivo común: incrementar los niveles de determinados neurotransmisores cerebrales. Los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) [fenelcina, iproniazida, nialamida, etc.] bloquean la acción de este enzima. La consecuencia es el incremento de los niveles de serotonina y noradrenalina, siempre bajos en los enfermos depresivos. Los antidepresivos tricíclicos (clomipramina, imipramina, melitraceno, etc.) inhiben los mecanismos de recuperación de la noradrenalina y la serotonina (algunos también lo hacen con el de dopamina). Entre los inhibidores de la recaptación de la serotonina (aunque a escala química no está emparentado con los antidepresivos tricíclicos) figura el clorhidrato de fluoxetina (Prozac). (Larousse)

Psicoterapia:
Muchas formas de psicoterapia, incluso algunas terapias a corto plazo (10-20 semanas), pueden ser útiles para los pacientes deprimidos. Las terapias "de conversación" ayudan a los pacientes a analizar sus problemas y a resolverlos, a través de un intercambio verbal con el terapeuta. Algunas veces estas pláticas se combinan con "tareas para hacer en casa" entre una sesión y otra. Los profesionales de la psicoterapia que utilizan una terapia "de comportamiento" procuran ayudar a que el paciente encuentre la forma de obtener más satisfacción a través de sus propias acciones. También guían al paciente para que abandone patrones de conducta que contribuyen a su depresión o que son consecuencia de su depresión. Estudios de investigación han comprobado que dos tipos de psicoterapia a corto plazo son muy útiles para algunas formas de depresión. Se trata de la terapia interpersonal y de la terapia cognitivo-conductual. Los terapeutas interpersonales se concentran en los problemas en las relaciones con los otros que causan y agravan la depresión. Los terapeutas cognitivo-conductuales ayudan a los pacientes a cambiar los estilos negativos de pensamiento y comportamiento que se asocian con la depresión. Las terapias dinámicas o "de insight", que se usan en ocasiones para tratar personas deprimidas, apuntan a ayudar al paciente a resolver sus conflictos. Estas terapias a menudo se reservan para casos en que los síntomas depresivos han mejorado bastante. Para obtener mejores resultados, los cuadros depresivos severos (en especial los que son recurrentes) por lo general requieren medicamentos o terapia electroconvulsiva (TEC), esta última en condiciones especiales, al lado de una psicoterapia, o antes de ella. Psicoterapias psicodinámicas breves La psicoterapia psicoanalítica elabora estrategias de afloramiento del yo intrapsíquico, oculto en el inconsciente del paciente, y origen de la sintomatología. El trastorno depresivo se expresaría como resultado de la pugna entre los mecanismos de defensa del paciente y sus impulsos. Las técnicas de psicoterapia psicodinámica breve pretenden investigar y alumbrar esos conflictos para su resolución en la esfera consciente, a través de un número limitado de sesiones. (Wikipedia)

Pisquiatría y psicoanálisis | Sigmund Freud


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